







Con la señalización de este edificio de 8.500 metros cuadrados se otorga identidad propia a cada uno de los espacios que lo conforman, supliendo en muchos casos deficiencias de la arquitectura. A través de códigos de color y forma se ayuda a los usuarios a situarse y ubicar los distintos servicios que componen este gran espacio que cuenta con una colección de 150.000 ejemplares. Dentro de la señalización de este gran espacio y sin perder la identidad del conjunto se optó por una personalización del espacio para los más pequeños. Las ilustraciones se combinan con otros elementos de señalización para crear un ambiente mágico que promueve la imaginación sin perder su función de ubicación.